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Tus emociones, tus aliadas

Viernes Formativos | 16 de noviembre de 2020

 
El pasado viernes tuve la oportunidad de compartir con las compañeras de Evap mi fascinación por las emociones.
 
Y es que una gestión adecuada de las emociones marca la diferencia en nuestra vida, tanto personal como profesional. 
 
Inteligencia Emocional es escuchar qué te dicen las emociones y  asegurarte de que puedes gestionarlas y no te alejan de las cosas que quieres conseguir. Entre las habilidades que forman la inteligencia emocional destacan la perseverancia, la capacidad de motivarse a uno mismo, el entusiasmo y la autogestión. La inteligencia emocional incluye el conocimiento de uno mismo, la empatía para entender cómo se sienten los demás, la gestión de uno mismo y las habilidades sociales.
 
Las emociones son una respuesta fisiológica diseñada para la supervivencia. Todas las emociones nos traen un mensaje importante para nosotros, ponen luz en nuestros valores, necesidades, juicios. Son nuestras maestras en el proceso de autoconocimiento. Contrariamente a lo que se suele pensar, no existen emociones buenas o malas, positivas o negativas.
 
Todas las emociones tienen una intención positiva, un para qué. Ciertamente hay emociones más agradables y cómodas que otras. Inteligencia emocional también es saber escuchar y gestionar las emociones más incómodas para dar una respuesta adaptativa, que nos acerque a nuestros objetivos, en lugar de una respuesta reactiva que probablemente nos perjudicará.
 
En este sentido, hicimos un repaso de las emociones básicas, reflexionando sobre su intención positiva y sobre cómo las demostrábamos con nuestro cuerpo.
  • El miedo nos avisa de un posible peligro, para que preparemos nuestros recurso para superarlo.
  • La alegría nos da salud, bienestar, y alimenta nuestro vínculo con los demás. Nos da fuerza para emprender nuevos retos.
  • La rabia nos avisa de una injusticia, nos ayuda a poner límites y de esta manera a cuidar nuestra autoestima.
  • La tristeza nos conecta con la pérdida de algo importante.
  • El asco nos protege de lo que nos puede dañar física o emocionalmente. Nos conecta con nuestros valores.
  • La sorpresa nos avisa de que lo que esperábamos no va a ocurrir para que nos preparemos.
  • La confianza  nos da la energía para construir y crear.
  • El amor nos da la energía y la vinculación para crear relaciones saludables con nosotros mismos y con los demás.
 
 
 
 
Es muy importante permitirnos todas las emociones, ya que forman un circuito y si bloqueamos alguna, esto influirá en cómo sentimos el resto. Entonces, ¿qué podemos hacer con ellas? Te propongo gestionarlas:
 
1º Toma consciencia, date cuenta de lo que sientes, ponerle nombre. No se puede gestionar lo que no se sabe que existe.
2º Acepta la emoción, sin juzgarla.
3º Regúlala, para evitar un secuestro emocional que te impida pensar. Puedes contar hasta 10, respirar, dar un paseo, hacer deporte, escuchar música. Se trata de tomar distancia con el estímulo que ha generado la emoción.
4º Autoconocimiento. ¿Qué ha sucedido? ¿Qué he interpretado? ¿Qué otras interpretaciones puede haber?
5º Decide de manera consciente qué quieres hacer.
 
La buena noticia es que la gestión de las emociones se puede entrenar para incrementar nuestra inteligencia emocional, es cuestión de compromiso y perseverancia.
 
En la última parte del taller hicimos un ejercicio de autoconocimiento entorno al miedo en la toma de decisiones. Estoy muy agradecida con las participantes por su interés, su participación, y por aceptar mi propuesta de invitar a la alegría, tan necesaria siempre y ahora más.